Dolor de espalda y sexo

Dolor de espalda y sexo

Si usted o su pareja están entre los 35 millones de personas que padecen dolor de espalda, sabe que dicha dolencia puede desestabilizar su relación sexual. El sexo es una parte importante de la intimidad en las parejas y ciertas actitudes hacia el sexo -como rechazo o nuestra autoimagen cuando no nos sentimos inclinados al encuentro sexual- nos pueden atormentar durante mucho tiempo.

Tener relaciones sexuales debe ser agradable para ambas partes, pero el miedo a lastimar a su pareja o a usted mismo inhibe el gozo espontáneo que usted, probablemente, sintió antes de que apareciera su dolor de espalda. Entonces, ¿qué puede usted hacer? La mayoría de las parejas, cuando uno o el otro se encuentra restringido por el dolor de espalda, sólo eventualmente logrará darse cuenta de que el dolor de espalda no quiere decir no más sexo. Lo que sí implica es que necesitará adaptarse al dolor y/o al miedo que él ocasione. También implica que necesitará referirse al sexo en una forma ligeramente diferente.

Demos marcha atrás por un segundo y comencemos con una fuerte sugerencia. Debido a que el dolor tiene tanto un componente psicológico como físico, obtener un diagnóstico cuerdo es esencial para que su mente se quede tranquila acerca de lo que está mal. Tener un diagnóstico acertado le dará algunos lineamientos acerca de sus límites físicos.

Después de saber el diagnóstico, involucre a su médico o terapista físico en una charla franca acerca de lo que puede y no puede hacer con relación al sexo. Tal vez es un tema incómodo para usted. Sin embargo, las personas hablan más abiertamente acerca del sexo hoy. Idealmente, su médico le planteará el tema, sin embargo, puede darse que sea usted quien tenga que iniciar la conversación. Sería conveniente, también, que su pareja esté presente para compartir sus interrogantes y preocupaciones. Tenga presente que la salud de su espalda depende de muchos factores dinámicos. Sus síntomas pueden cambiar con el paso del tiempo, por lo que puede necesitar trabajar con quien lo asiste periódicamente, a lo largo de las diferentes etapas de recuperación. ¡Una advertencia! Es muy común sentirse mejor, llevar la actividad a extremos y experimentar un “estallido” de dolor de espalda. Llamamos a esto “efecto whoopee” y le puede ocurrir a cualquiera. Simplemente, recuerde aumentar gradualmente el nivel de actividad según vaya mejorando. De acuerdo a lo anteriormente mencionado, el dolor tiene dos componentes. El aspecto físico es la real estimulación del nervio, similar a un dolor de muelas, una hernia de disco apretando un nervio. La parte subjetiva o psicológica tiene que ver con cómo lo siente usted e incluye actitudes, como el miedo. Por ejemplo, temor a que el dolor empeore o dure para siempre, a lo que significa estar crónicamente incapacitado o a lo que usted cree que su pareja piensa acerca de su dolor y cómo usted le hace frente a su condición.

Hable del tema

Debe ser para usted una prioridad mantener una franca conversación acerca de los límites que le impone su dolor y las expectativas sexuales. Es un error creer que su pareja comprende lo que usted siente. Es su responsabilidad comunicar esas limitaciones tan claramente como le sea posible; es responsabilidad de su pareja escucharlo e intentar comprender.

El dolor es invisible y subjetivo. Esto significa que su dolor es único para usted. Puede describir su dolor como una sensación dolorosa crónica localizada en la parte baja de la columna o como algo caliente que va bajando por una o ambas piernas. No importa qué palabras usted use, trate de explicar el dolor, sus causas (la posición, ciertos movimientos o lo que sea que lo produce o aumenta) y lo que lo hace sentir bien o cómodo.

Obviamente, si duele, “no lo haga” es un buen consejo. Pero, ¿por qué algunas posiciones y técnicas lastiman más que otras? Puede requerir delicada experimentación averiguar lo que funciona. Generalmente, “delicadamente” es la mejor forma de iniciar.

Poniéndose en marcha correctamente

Podría comenzar a hacer el amor con un masaje o colocando hielo en el área dolorosa. Una ducha caliente juntos podría ayudar también, ya que el agua caliente relaja los músculos.

Posiciones

Aquí sugerimos algunas posturas que pueden ayudarle a disfrutar una experiencia libre de dolor.

Para varones:

1. Recuéstese sobre una superficie firme y use almohadas para sostener su cabeza y sus rodillas. Podría gustarle probar poniendo una pequeña toalla enrollada debajo de la parte inferior de su espalda.

2. Pruebe una posición paralela.

3. Coloque una almohada debajo de la parte inferior de su espalda mientras su pareja le sobrepasa por encima. Puede también sentarse en una silla robusta en lugar de recostarse.

Para mujeres:

1. Pruebe la posición misionera con las piernas dobladas hacia el pecho.

2. Siéntese sobre el borde de una silla y ubique a su pareja arrodillándose entre sus piernas.

3. Siéntese sobre el regazo de su pareja dándole la espalda mientras él se sienta en una silla.

En términos de maximizar su deleite sexual, todo lo que de verdad necesita es imaginación, voluntad de experimentar y estar abierto a descubrir nuevas áreas de intimidad. Pero todo ello parte del querer intentarlo. • Utilizar compresas calientes y frías pueden ayudar a aliviar el estrés del cuello y dolor de espalda. Envuelva una bolsa de hielo y un paquete caliente (o botella de agua caliente) individualmente en toallas. Aplique la bolsa de hielo durante 10 minutos y luego el paquete caliente durante 5 minutos. Alterne en varias ocasiones.

• El masaje y la aromaterapia son tratamientos de spa para las tensiones que pueden hacerse en casa. Pídale a un amigo que le realice suavemente masajes de cuello y de espalda. Aceites aromáticos que contienen esencias de eucalipto pueden ayudar a aliviar el dolor muscular.

• Trate de practicar meditación para aliviar el estrés. Algunos ejercicios de meditación se centran en la respiración y la relajación de la mente. Técnicas de visualización de imágenes a veces se combinan con ejercicios de respiración para reducir el estrés.

4. Control de las pequeñas cosas de la vida

• Haga un corte en los problemas más pequeños y trabaje, en primer lugar, sobre la solución de los aspectos más fáciles.

• Conozca sus límites y diga "no" a compromisos costosos.

5. Comer y beber para vivir

• Haga comidas menos estresantes. Elija alimentos nutritivos, coma lentamente y saboree cada bocado. Sea conscientes de cuánto come y bebe y elija alimentos saludables.

• Café con cafeína, bebidas cola y otras bebidas no ayudan a reducir el estrés o promover el descanso. Evite el vino tinto por la noche, ya que puede hacer difícil el dormir. Una buena noche de sueño o siesta por la tarde puede ayudar a aliviar el estrés.

Recuerde:

Puede que no sea capaz de controlar el estrés, pero no deje que la vida cotidiana le impida ser un individuo saludable y relativamente libre de estrés. Comience con una visita a su medico, sea físicamente activo, aprenda a relajarse, conozca sus límites y nutra su cuerpo. Domine el estrés para ayudar a prevenir el dolor de cuello o de espalda.